miércoles, 15 de diciembre de 2010

Presentación de "El ahorcado" en Madrid (14/12/2010)

Algunas fotos de la presentación de "El ahorcado y otros cuentos fantásticos" en la librería Tres rosas amarillas de Madrid. El álbum completo está aquí.




miércoles, 3 de noviembre de 2010

Todo lo que no es tradición es plagio

Por ejemplo, esta canción de moda:


Cómo se parece a esta otra, de ¡1893!


Que, a su vez, repite las cinco primeras notas de "Colin Prend Sa Hotte", una canción francesa de 1719 de la que no he podido encontrar ilustración sonora. Pero la cosa no acaba ahí. Ésta canción reproduce nota por nota una música tradicional árabe llamada "Kradoutja":


Pero lo peor no es el plagio en sí. Lo que revienta de verdad es cuando un niño ve esto:


y exclama: "¡Kesha!".

lunes, 25 de octubre de 2010

¡Con la Iglesia hemos topado!

Estoy leyendo La frontera dormida, de José Luis Galar, autor español de mi generación. En los primeros capítulos, ya me han saltado a la vista un par de errores que, con una mínima investigación por parte del autor, se podrían haber evitado. El primero es poco más que una errata: Se empeña en llamar kirch royal al kir royal, cóctel de origen francés elaborado con crema de grosella negra y champán. No tiene nada que ver con el kirsch (aguardiente de cereza); recibe su nombre de Félix Kir, alcalde de la ciudad francesa de Dijon, que popularizó el cóctel de crema de grosella negra y vino blanco (kir) tras la Segunda Guerra Mundial.
El segundo error es más gordo: Al principio de la novela, nos cuenta que un dominico llega a una parroquia para sustituir al anciano párroco, que se jubila. Pero eso es imposible. Según el derecho canónico (basta preguntar a cualquier cura para saberlo), para ser párroco, un sacerdote debe estar incardinado en la diócesis correspondiente, o sea, bajo la autoridad del obispo, lo que no es el caso de los curas que pertenecen a órdenes religiosas. Un dominico como el de la novela debería en primer lugar ser autorizado a abandonar su orden (y renunciar a sus votos) para ponerse bajo la autoridad del obispo; es posible, pero poco habitual y, desde luego, ya no sería dominico al hacerse cargo de la parroquia.
Si el autor ha fallado con estas cosas tan simples, ¿cómo fiarse del resto?

jueves, 14 de octubre de 2010

Relatos, de Rudyard Kipling



A veces, un regalo bienintencionado produce el efecto contrario del deseado. Desde que saben que me dedico a la literatura, mis hermanos, con toda su buena intención, me regalan obras clásicas "para que aprenda". Y vaya si aprendo. Del libro que acabo de leer, una selección de relatos de Kipling publicada por Acantilado en 2008, ha aprendido que jamás seré capaz de escribir un cuento tan maravilloso como los que componen el volumen. Y no es sólo porque el libro contenga El mejor relato del mundo. Cualquiera de ellos es una pequeña obra maestra.

miércoles, 15 de septiembre de 2010

An unsatisfactory translation

Acabo de terminar de leer La reina en el palacio de las corrientes de aire, la tercera parte de la trilogía Millennium de Stieg Larsson. Con altibajos, con muchos altibajos. ¿De verdad eran necesarias 2246 páginas para contar esa historia? A veces me pregunto si el título de la trilogía, Millennium, no se referirá al tiempo que se tarda en leerla. Pero bueno, ¿quién soy yo, que sólo he publicado una novela de 133 páginas, para opinar?
Dejando de lado el aspecto literario, con lo que menos me he quedado conforme es con la traducción. Me sobran todas esas palabras y frases en inglés que salpican las tres novelas: trafficking, shooter, upmarket, prospects... Imagino que son términos que aparecen así, en inglés, en el original en sueco. (Cualquier otra posibilidad resultaría aterradora.) Pero un lector español no es un lector sueco. Lo que para un lector sueco es un anglicismo de uso común en su idioma, para un lector español medio es un galimatías incomprensible. Nadie habla así en español. ¿No habría sido más fiel a la intención del autor sustituir esas palabras por sus traducciones respectivas en español? Donde un sueco diría trafficking, un español diría trata de blancas; donde un sueco diría shooter, un español diría pistolero, sicario o matón. Y así sucesivamente. En mi modesta opinión, la labor del traductor es conseguir que el lector de la traducción experimente las mismas sensaciones que el lector de la obra original. Y esas sensaciones se pierden cuando uno no entiende lo que está leyendo. Como mínimo, los traductores podrían haber recurrido a las típicas notas a pie de página:

[...] upmarket1 [...]

1 Superior, exclusivo, de alta gama. En inglés en el original. (N. de los t.)

Pero ni eso. Y luego se quejarán de los traductores automáticos de internet, que resulta que hacen lo mismo: si les pides que traduzcan un texto del sueco al español, todo lo que no esté en sueco lo dejan tal cual. En fin, que me estoy alargando. Va a ser verdad que las novelas que lees te "contaminan".

jueves, 26 de agosto de 2010

¿La piel de toro?

¿A quién se le ocurrió que el mapa de España (peninsular) se parece a una piel de toro? ¿No había visto nunca una piel de toro? Porque ya hay que tener imaginación, no se parece en nada:


Hombre, si incluimos Portugal, algo mejora, pero aun así... Hay otro país que se parece mucho más a una piel de toro. Claro que ellos no lo llaman así, seguramente porque a la mayor parte de sus habitantes no les gustan las corridas de toros. Ellos lo llaman "el hexágono"; es Francia:




Puestos a buscar semejanzas en los mapas de los países, creo que hay una en la que nadie se ha fijado, y que además es muy apropiada. ¿A qué se parece el mapa de Sudáfrica? A la cabeza de un rinoceronte:


domingo, 8 de agosto de 2010

Cuentos de adúlteros desorientados, de Juan José Millás

Fiel a sí mismo, Millás no defrauda en sus Cuentos de adúlteros desorientados (Lumen), una recopilación de relatos sobre el adulterio en todas sus facetas: de pensamiento, palabra, obra y omisión...
Con su personalísimo estilo, Millás desentraña con precisión quirúrgica la realidad que se oculta detrás de la realidad en estos cuentos que tan pronto nos provocan risa, como ternura o perplejidad. Incluso el prólogo escrito por el autor para la ocasión es una joya que no hay que perderse.
Algunos escritores dicen que cuando escriben no leen, para no "contaminarse". Yo no; no podría: No leería nunca. Porque siempre estoy escribiendo, aunque sea dentro de mi cabeza. Y hay autores de los que no me importaría contaminarme un poco; Millás es uno de ellos.

viernes, 9 de julio de 2010

Las canciones del Mundial

Me he resistido, pero al final tengo que hablar del Mundial. No de fútbol, que no entiendo nada; de las canciones oficiales. (¿Por qué rayos, como diría Millás, un mundial de fútbol tiene que tener canciones oficiales?) Hay un par de cosas que me están reconcomiendo: 
1) ¿No es ridículo que la canción de Shakira se titule Esto es África? Igual de ridículo que habría sido Olé, olé, esto es Europa como canción oficial en el mundial de España, Órale, esto es América en el de México, u Oh, là, là, c'est l'Europe en el de Francia.



2) Cada vez que oigo cantar a Bisbal (sobre todo en el estribillo, minuto 1:00 en el vídeo), me acuerdo de Los cañones de Navarone, no puedo evitarlo. Debo de tener algún problema de oído.

viernes, 2 de julio de 2010

De "jamatum" a unciforme en 25 segundos


En el cuarto episodio de la segunda temporada de la serie Bones, que (re)emitió el canal FOX la semana pasada, parte de la intriga giraba en torno a un hueso de la muñeca al que llamaban "jamatum". Pero ese hueso no existe. Existe un hueso llamado en latín os hamatum; no sé si los científicos pedantes estadounidenses como los que retrata la serie siguen usando hoy en día los nombres latinos de los huesos, pero dudo mucho que sus homólogos españoles lo hagan y, en todo caso, sería el colmo de la pedantería que lo pronunciasen en inglés, como los dobladores de la serie.
A mí me ha costado sólo veinticinco segundos encontrar en Internet el nombre en español del os hamatum. Se puede elegir: ganchoso o unciforme. (Yo, personalmente, habría elegido unciforme). Sólo veinticinco segundos. Creo que no es mucho pedir, señores traductores. Y si, pese a todo, prefieren mantener el nombre latino, por favor, indiquen a los actores de doblaje que la h latina no se aspira tanto como la inglesa, es prácticamente muda.

miércoles, 23 de junio de 2010

Plutarco y las raíces de la crisis económica

Esto escribió Plutarco sobre Licurgo, legislador espartano del siglo VIII a.C.:
"Una segunda y mucho más arriesgada iniciativa de Licurgo fue una nueva distribución de tierras. Porque encontró una enorme desigualdad en el país, con una multitud de pobres que no tenían tierras, mientras la riqueza estaba concentrada en unos cuantos. Determinado, pues, a extirpar los males de la insolencia, la envidia, la avaricia y el lujo, y los otros desórdenes, todavía más perniciosos al estado, que se llaman pobreza y riqueza, persuadió a sus conciudadanos de la necesidad de cancelar los anteriores repartimientos de tierras para hacer otros nuevos, de manera que todos pudiesen ser iguales en sus posesiones y manera de vivir..."
Han pasado 28 siglos, y seguimos en las mismas. En fin.

lunes, 14 de junio de 2010

La vida, instrucciones de uso, de Georges Perec

Acabo de terminar de leer La vida, instrucciones de uso, de Georges Perec, y lo he terminado con alivio. Mala señal. Aunque es una novela interesante, y las historias que cuenta me han gustado mucho, me han resultado cargantes las descripciones minuciosas a las que se entrega el autor (disculpables a pesar de todo, puesto que sirven para recrear el ambiente, y lo hacen muy bien) y, sobre todo, las interminables enumeraciones, como las dos o tres páginas que dedica a detallar los vinos que uno de los personajes guarda en su bodega. ¿Nos está tomando el pelo el autor, o es obsesivo-compulsivo? A partir de la página 100, opté por saltarme todas esas listas.
La traducción no está mal, pero tiene algunos fallos; alguno gracioso, como el del marabú. En una de las historias, nos enteramos de que a un personaje lo llevan a un marabú en el desierto. Pero según el diccionario de la RAE, un marabú sólo puede ser un ave zancuda (o un adorno hecho con su pluma). Resulta que marabú en francés se dice marabout, que también significa, entre otras cosas, marabuto o morabito, o sea, un ermitaño musulmán o el lugar en el que éste habita. Eso tendría más sentido. ¡Esas traducciones apresuradas!

lunes, 7 de junio de 2010

Presentación de "El expediente Karnak" en Fuengirola (4/6/2010)

Viernes 4 de junio, a las 19:30, en el Castillo de Sohail de Fuengirola, en el marco de la II Feria de Arte Internacional Independiente de Fuengirola.

martes, 25 de mayo de 2010

Internet mató a la estrella de la televisión

El final de Perdidos ha sido decepcionante. No podía ser de otra manera. Para los guionistas, ha sido imposible mantener la coherencia al tiempo que pretendían, episodio tras episodio y temporada tras temporada, sorprender a la audiencia con giros argumentales inesperados. Lo que empezó como una serie realista (¿nadie recuerda ya que, en la primera temporada, el humo negro era más lento, iba acompañado de un ruido mecánico, y no podía volar?) fue derivando hacia la ciencia ficción y ha terminado como una fantasía místico-metafísica. ¿El culpable? Internet. Gracias a Internet, los miles de fans de la serie han podido publicar instantáneamente decenas o centenares de hipótesis, ideas, explicaciones... entre las que forzosamente alguna tenía que coincidir con las secretas intenciones de los guionistas. Antes de Internet, cada fan podía compartir sus hipótesis con un pequeño círculo de personas; si uno conseguía anticipar la explicación de algún enigma, quedaba como un listo entre sus amigos, pero la cosa no tenía más trascendencia. Para el público en general, el misterio estaba a salvo. Ahora, Internet ha funcionado como una inteligencia colectiva que, semana a semana, ha ido desentrañando los misterios planteados por la serie y publicándolos a escala global, obligando a los guionistas a una huida hacia adelante para no dejarse comer el terreno. En la era de Internet, con el tiempo que requiere una serie como Perdidos para desarrollarse, cualquier idea que pueda tener un grupo de guionistas será desvelada (entre centenares de explicaciones falsas, claro) por esa inteligencia colectiva en la que las neuronas son los fans. Internet puede decir a los guionistas lo que decía al superdotado protagonista de la serie "Malcolm in the middle" un niño aún más superdotado: "En mi cerebro, cada neurona es un cerebro como el tuyo."
Señores (y señoras) creativos: o hacen las series más cortas (y, por favor, tengan el final ya previsto desde el principio), o renuncian a la sorpresa a toda costa y se resignan a ver desvelados sus misterios antes de tiempo, o tendrán que dejar los enigmas para el cine y la literatura. Si no, somos los espectadores quienes tendremos que resignarnos a que nos vuelvan a tomar el pelo con argumentos contradictorios, misterios sin explicación tapados con otros misterios y finales tan "abiertos" que ni los propios guionistas saben lo que significan. O no.

lunes, 10 de mayo de 2010

Metáforas involuntarias en la publicidad

Con la llegada de las emisiones en 16:9 de la televisión digital, algún avispado publicitario se ha dado cuenta del problema que representan los antiguos televisores de formato 4:3 que aún sobreviven en muchos hogares (como el mío, sin ir más lejos). Un anuncio en formato 4:3 se ve achaparrado en un televisor 16:9, y a la inversa, un anuncio en 16:9 se ve demasiado espigado en 4:3. No hay más que fijarse en las ruedas en los anuncios de coches. Así que algunos anunciantes han optado por una solución salomónica, y están empezando a proliferar en nuestras pantallas los anuncios que no están ni en 4:3 ni en 16:9, sino en un formato intermedio, digamos 14:9. Así, se reduce la deformación en todos los televisores, pero por otro lado, en ninguno se ven bien: en los televisores 4:3 siguen viéndose un poco estirados verticalmente, y en los panorámicos aún se ven demasiado regordetes. La verdadera naturaleza de la publicidad queda así al descubierto: Se trata de deformar sutilmente la realidad para vendernos el producto de turno.

Aunque a veces ocurre lo contrario. Un anuncio, involuntariamente, se convierte en metáfora de una realidad que preferiría ocultar. Ahora estamos viendo en la televisión un anuncio de una tienda o grandes almacenes, no me ha quedado claro, en el que un enorme edificio cae del cielo y se lleva por delante una tienda de beduinos. Es la cara más sucia de la globalización: la destrucción de las culturas autóctonas.

sábado, 1 de mayo de 2010

La primera crítica llega desde el Facebook

"El expediente Karnak" de Germán Fernández Sánchez

Germán Fernández es un físico del 65 al cual admiro desde hace mucho tiempo . Ha demostrado un enorme talento multidisciplinar no sólo aplicando teorías y fórmulas en el transcurso de su carrera ciéntífico-técnica, sino que ahora también lo confirma en el ámbito artístico-creativo tras leer su primera novela publicada, " EL EXPEDIENTE KARNAK" de Ediciones Rubeo. Una crítica inteligente a los valores sociales, a las jerarquias establecidas , a la capacidad de los que dirigen nuestros designios, al gregarismo social más vulgar, todo ello expresado dentro de/con un apasionante thriller de acción.

He de decir que no me mueve el cariño por ser su excompañero en el Kostka (aún puedo recordar cómo esgrimía de un modo muy particular su bolígrafo BIC naranja para resolver cualquier problema matemático estirando las alfas,las betas o las gammas en vertical como lo hacía el Greco), por supuesto que no, para recomendaros a todos que leais su obra (y si lo haceis previa compra del ejemplar, mejor).

Acometí la lectura de sus 141 páginas la misma noche que la compré y me hizo pasar una hora y media muy entretenido, inmerso en una peli de aventura y acción plasmada en papel .Contada entre paréntesis (el del cierre sorprendente), con guiños nostálgicos a sus vivencias, con persecuciones trepidantemente narradas, sin arabescos descriptivos ni de los personajes , ni de los escenarios dónde se desarrollan las acciones ,es decir, yendo al grano y haciendo trabajar a nuestra imaginación (muy práctico en tiempos de crisis). También añade pinceladas divulgativas subsumidas en algunos tramos de la novela, la cual está compuesta por relatos contados en primera persona (imprescindible leer el título de cada relato para saber qué personaje lo narra y no perderse) componiendo una sucesión de ellos a través de los cuales fluye la trama vertiginosamente. Una trama que no es más que un manto dorado que envuelve una lúcida e inteligente crítica social como decía al principio . Personajes de ficción, reencuentro de antiguos compañeros de clase, amor, humor, buenos , malos, malísimos, asesinatos, trigonometría esférica y hasta teorías antropológicas todo en uno.

En fin, una "joyita" como su autor. No cabe más que recomendar que la compreis ( y si la leeis mejor) si es que quereis pasar un buen rato con la novela de Germán. Abrazos.D.F.

miércoles, 28 de abril de 2010

Presentación de El expediente Karnak en Madrid (27/4/2010)

Mi amigo Alfonso caldeó el ambiente con una estupenda semblanza que se puede leer en su blog, La vida desde el lago. Y me lo dejó muy fácil.



Tras su intervención, conversamos sobre diversos aspectos de la novela; esto fue más o menos lo que se dijo:

- Y ya que soy periodista, le voy a ir preguntando a nuestro amigo de una forma absolutamente espontanea para que él nos cuente lo que le de la gana de una forma totalmente espontanea. ¿Te parece?

- Me parece muy bien, ya lo sabes, porque es lo que habíamos acordado. En primer lugar, quiero daros las gracias a todos por estar aquí, con la cantidad de cosas mucho más divertidas que podríais estar haciendo. Gracias también a José Luis por permitirnos invadir su librería [Tres rosas amarillas, c/ San Vicente Ferrer, 34], y sobre todo a José Antonio, mi editor… -qué bien suena eso de “mi editor”, no me canso de decirlo- gracias a José Antonio por haber tenido fe en El expediente Karnak y por haberse arriesgado a publicarlo, sobre todo en estos tiempos de crisis. Y también quiero recordar a varias personas que no han podido venir, pero que están trabajando en la sombra para promocionar El expediente Karnak: Sonia, Isabel, Agustín…; eso sí que es una conspiración, y no las de las novelas.

- Aunque ya he mencionado antes algo de la divulgación, ¿cómo has hecho para encajar este asunto en la novela?.

- Es difícil encajar la divulgación en una novela. La verdad es que muchas veces no queda demasiado bien. Y no porque se equivoquen los conceptos o las explicaciones, que también, sino por la forma de incorporar la divulgación a la línea argumental. Son lenguajes diferentes. Una solución es interrumpir la narración para largar un rollo patatero. En muchas novelas, sobre todo antiguas, tras plantear la trama en el primer capítulo, el autor dedica el segundo a dar las explicaciones necesarias para el desarrollo del argumento. Aunque esto, por lo menos, tiene la ventaja de que la novela se puede utilizar después como libro de consulta: si uno quiere documentarse, por ejemplo, sobre el Imperio Ruso a mediados del siglo XIX, se lee el capítulo segundo de Miguel Strogoff y ya lo tiene. En el otro extremo se trata de evitar a toda costa la interrupción de la acción, desarrollando la divulgación en forma de diálogo entre personajes; lo malo es que a veces se pierde completamente la verosimilitud. Es lo que yo llamo "diálogos de pizarra", aunque el término se lo he robado a mi hermano mayor, a César lo que es de César (es que mi hermano mayor se llama César). Bueno, en los diálogos de pizarra, un personaje le cuenta a otro algo de lo que el segundo ya debería estar enterado, con el único fin de informar al lector. Aunque esto es bastante más común en el cine y la televisión, en la literatura también pasa. Yo he intentado evitar esos defectos empleando la ironía, y así, por ejemplo, cuando en la novela un personaje explica la trigonometría esférica, el que le está escuchando, que ya se lo sabe, trata de interrumpirlo (sin éxito, claro, que si no termina, el lector no se entera).



- Quienes hemos leído tu libro, podemos intuir de donde has picoteado para rematar la historia, ¿de donde han salido esas musas y/o musos que mencionas en el libro?

- Pues verás, cuando mi generación cumplió 40 años, a varios compañeros de colegio se les ocurrió reunirnos para celebrarlo. Casi todos nosotros llevábamos más de 20 años sin vernos, y fue una experiencia impactante… que los años no pasan en balde. Para organizar el encuentro, se montó un foro en Internet. Aquello fue como un tsunami que lo arrasó todo. No éramos más de 40 en aquel foro, pero en algunos momentos se llegaron a enviar más de 70 mensajes por hora. Hubo quien se conectaba al foro en casa al levantarse, se iba a trabajar y se conectaba en el trabajo, y cuando regresaba a casa volvía a conectarse hasta altas horas de la madrugada. La estabilidad de algunas familias pendía de un hilo. La productividad de varias empresas se vio gravemente afectada; no me extrañaría que aquello hubiera sido la semilla de la actual crisis económica… Después de la reunión, con las ansias de lo que fuera ya satisfechas, el foro fue decayendo. Sólo quedamos un grupo de irreductibles. Entonces, para animar el foro, a algunos se les ocurrió escribir historias. A mí siempre me ha gustado escribir. Pero hay que reconocer que escribir es un trabajo difícil y pesado. Sobre todo, escribir bien. Hay trabajos peores, claro, pero confieso que soy bastante vago; por aquel entonces ya había escrito un par de cuentos y había empezado varias novelas, pero no había conseguido terminar ninguna. Aquel ambiente me sirvió de estímulo y de inspiración. Y nació El expediente Karnak.

- El protagonista es un científico… ¿Cualquier parecido con la realidad no es pura coincidencia?

- ¿Pura coincidencia? Espero que sí. Mi reencuentro con los compañeros de colegio fue en unas condiciones bastante más agradables que el del protagonista. Y no ha tenido las mismas consecuencias, al menos por ahora. El protagonista es un científico porque uno escribe de lo que conoce, sobre todo para hacer el ridículo lo menos posible. La ambientación y los personajes están basados en mi experiencia, lo que no significa que sean retratos de personas reales. Ni tampoco que la novela sea autobiográfica. Os aseguro que el argumento es totalmente imaginario. Afortunadamente. Eso espero.



- Recurres a la ironía con frecuencia….

- Una cosa que no aguanto es la pedantería, hay que saber reírse de uno mismo, y no tomarse demasiado en serio. Pero eso no quiere decir que no haya que tomarse en serio el trabajo de escribir; hay que respetar a los lectores. Puedes reírte con ellos, pero no reírte de ellos. A partir de ahora, espero que el éxito arrollador de El expediente Karnak no me cambie, la verdad es que me da un poco de miedo que se me suba a la cabeza. El otro día una conocida se me acercó a preguntarme por la novela, y me pareció más bajita que de costumbre, vamos, que yo me sentí más alto...

- La conspiración es un leit motiv de la novela. Nuestra vida real está rodeada de teorías conspirativas, cuando no es el 11-M es el 11-S, la trilateral, el gobierno único mundial, el club Bilderberg o los extraterrestres que van y vienen...

- Como dijo Abraham Lincoln, no se puede engañar a todo el mundo todo el tiempo… Claro que a lo mejor Lincoln también era un conspirador, y lo dijo para despistar. Pero no creo. Lo que ocurre es que la gente busca explicaciones, busca un sentido a los acontecimientos de la vida. Pero la vida, a diferencia de la ficción, no tiene guión. Por eso las teorías conspirativas son un filón para la literatura; es el clásico argumento del héroe solitario en lucha contra una fuerza superior.

- Yo creo que el personal quiere tomarse una aceituna para celebrar tu cumpleaños. Que es a lo que veníamos.