lunes, 24 de agosto de 2015

Las vacaciones de Mme. Carmena

Este verano, una publicación diaria a la que no sé si calificar de periódico está desarrollando, por alguna Razón, una campaña de acoso y derribo contra la alcaldesa de Madrid, Manuela Carmena. La ha acusado, entre otras lindezas, de recolección de especies supuestamente protegidas, que luego resulta que no lo son; y su director ha llegado a afirmar que no es coherente que la mujer se gaste lo que quiera en irse de vacaciones. Como si no viviéramos en una economía capitalista en la que cada cual puede hacer lo que le dé la gana con su dinero, siempre que sea dentro de la ley. Si la izquierda se pone del lado de los pobres no es para que todos seamos pobres, sino para que la pobreza deje de existir. Que yo sepa, para ser rojo no es obligatorio el voto de pobreza. Creo que no fue precisamente Marx el que dijo

Aún te falta una cosa: vende todo lo que tienes, y dáselo a los pobres [...]

Ahora, parece que un concejal del PP ha dicho que Carmena no puede irse de vacaciones hasta que pueda permitírselas el último madrileño. Supongo que él sí se habrá ido de vacaciones, de donde deduzco que a su partido le importa un pito si el último madrileño puede o no permitirse las vacaciones. Creo que la exigencia del concejal hace referencia, si no me equivoco, a otras citas que tampoco son de Marx:

Así, los últimos serán primeros, y los primeros, últimos.

El que quiera hacerse grande entre vosotros deberá ser vuestro servidor, y el que quiera ser el primero deberá ser esclavo de los demás.

En fin, que esta gente (por no llamarla otra cosuza) de derechas está confundiendo el comunismo con el cristianismo. Qué cosa más rara. El día que se den cuenta, o apostatan o se vuelven rojos.

viernes, 3 de julio de 2015

¿Me ayudas a mejorar "Infiltrado reticular"?

Desde la publicación de Infiltrado reticular hace unos meses, varios lectores han coincidido en señalarme un "defectillo" en la maquetación del libro. Por lo visto, no queda clara la razón por la que algunos capítulos están escritos en primera persona y otros en tercera persona.


Los capítulos a los que se refiere esta reseña (y no es la única) son los titulados "Del cuaderno de bitácora del Argos". Como indica su título, se trata de extractos del tal cuaderno de bitácora y, por tanto, escritos en primera persona por el boreliano. Pero se ve que el título no es suficiente, hace falta algo más para diferenciar estos capítulos de los demás, los relatados por el narrador en tercera persona.

Se me ocurren varias soluciones:

1) Todo el capítulo en cursiva.


2) Cambiar de fuente.


3) Usar comillas.


4) Recuadrar el texto.


¿Se te ocurre alguna otra manera? ¿Cuál te gusta más? ¿Cuál te parece mejor? Y si eres editor o maquetador, ¿cuál es la forma más ortodoxa/correcta de hacerlo? Agradezco todas las respuestas, comentarios y sugerencias.

martes, 9 de junio de 2015

¡Están vivos!

El tráiler de El marciano (título que a algún genio del márquetin se le ha ocurrido traducir por no sé qué de un rescate en Marte) ha sido la gota que ha colmado el vaso. No por lo del título, que también se las trae, sino por esa manía que les ha dado a los traductores de cine y TV de traducir "alive" por "con vida".


En un momento del tráiler, el astronauta, dado por muerto por su expedición, está grabando una especie de diario y dice "continúo con vida". Sin sonrojarse. ¡Continúo con vida! ¿Pero quién demonios habla así en la vida real? ¿No sería más normal que dijera "sigo vivo"? O "aún estoy vivo", o "todavía estoy vivo" si hacen falta más sílabas para el doblaje.

Como digo, no es el único caso. Lo difícil hoy en día es encontrar alguna película o serie de televisión en la que alguien diga "vivo", "viva", "vivos" o "vivas". Nada. "Con vida" a todo pasto. "Lo hemos encontrado con vida" (que todavía tiene un pasar), "no queda nadie con vida" o, el colmo del horror, "está con vida". Sí, soy testigo de que eso se ha dicho en alguna serie de TV. ¿Será por ahorrarse el trabajo de concordar el adjetivo?

Cualquier día, en una película del oeste veremos un cartel en el que se leerá: "Se busca, con vida o sin ella".

jueves, 14 de mayo de 2015

"Infiltrado reticular" también gusta a los perros

¿Y a ti? ¿Te apetece hincarle el diente a Infiltrado reticular?

jueves, 23 de abril de 2015

Una salida nocturna de don Quijote

(Un relato para celebrar el día del libro, y también mi medio siglo, que no me queda nada...)

Para Pablo

—“En un lugar de la Mancha, de cuyo nombre no quiero acordarme, no ha mucho tiempo que vivía un hidalgo de los de lanza en astillero, adarga antigua, rocín flaco y galgo corredor.”
—¿Por qué tenía la lanza en un astillero, papá?
—No es un astillero de construir barcos. Vamos a buscarlo en el diccionario.
» “astillero. (De astilla). m. Establecimiento donde se construyen y reparan buques.” Esto no es.
» “ || 2. Depósito de maderos.” Tampoco.
» “ || 3. Percha en que se ponen las astas o picas y lanzas.” Ésta es, ¿ves? Es una cosa para apoyar la lanza.
—¿Y qué es una adarga?
—Es un escudo, mira: “adarga. (Del ár. hisp. addárqa, y este del ár. clás. daraqah). f. Escudo de cuero, ovalado o de forma de corazón.”
—¡Un escudo en forma de corazón! ¿Y un rocín qué es?
—A ver, ¿quién era Rocinante?
¡El caballo de don Quijote!
—Pues eso es; un rocín es un caballo. ¿Sigo?
—¡Sí!
—“Una olla de algo más vaca que carnero, salpicón las más noches...”
—¿Las más noches?
—Quiere decir casi todas las noches.
—¿Comía salpicón de marisco casi todas las noches? ¡Tendría más dinero que el Banco de España!
—No, don Quijote no era rico, era pobre. Un salpicón puede ser de otras cosas, de carne o de pescado.
» “...salpicón las más noches, duelos y quebrantos los sábados...” No se batía en duelo los sábados. Duelos y quebrantos es un plato típico de la Mancha; son huevos revueltos con torreznos o sesos.
—¡Sesos, qué asco!
—“...duelos y quebrantos los sábados, lantejas los viernes...” Lantejas son lentejas. “...algún palomino de añadidura los domingos, consumían las tres partes de su hacienda.” Su hacienda es su dinero. “El resto della concluían sayo de velarte, calzas de velludo para las fiestas, con sus pantuflos de lo mesmo, y los días de entresemana se honraba con su vellorí de lo más fino.” Eso son ropas que se llevaban en la época. Un sayo es como un abrigo, y las calzas son una especie de leotardos o pantalones. —(Que no me pregunte por el velarte, el velludo y el vellorí, que no acabamos.)
» “Tenía en su casa una ama que pasaba de los cuarenta, y una sobrina que no llegaba a los veinte, y un mozo de campo y plaza, que así ensillaba el rocín como tomaba la podadera.”
—¡Es Sanchopanza!
—No, Sancho Panza no sale todavía.
» “Frisaba la edad de nuestro hidalgo...”
—¿Qué significa “brisaba”?
—Ffffrisaba, con efe. Significa que tenía casi esos años. “Frisaba la edad de nuestro hidalgo con los cincuenta años; era de complexión recia, seco de carnes, enjuto de rostro...” Enjuto es seco. Lo pone para no repetir la misma palabra. “...gran madrugador y amigo de la caza.”
—¡Era amigo de los animales! ¿Y hablaba con ellos?
—No era amigo de los animales, es que le gustaba cazar.
—¿Cazaba osos?
—No sé, cazaría conejos y cosas así. ¿Puedo seguir?
» “Quieren decir que tenía el sobrenombre de Quijada, o Quesada, que en esto hay alguna diferencia en los autores que deste caso escriben; aunque, por conjeturas verosímiles, se deja entender que se llamaba Quejana. Pero esto importa poco a nuestro cuento; basta que en la narración dél no se salga un punto de la verdad.”
—¿Cuándo sale Sanchopanza?
—Todavía no. ¡Déjame leer!
» “Es, pues, de saber que este sobredicho hidalgo, los ratos que estaba ocioso, que eran los más del año, se daba a leer libros de caballerías, con tanta afición y gusto, que olvidó casi de todo punto el ejercicio de la caza, y aun la administración de su hacienda. Y llegó a tanto su curiosidad y desatino en esto, que vendió muchas hanegas de tierra de sembradura para comprar libros de caballerías en que leer, y así, llevó a su casa todos cuantos pudo haber dellos; y de todos, ningunos le parecían tan bien como los que compuso el famoso Feliciano de Silva, porque la claridad de su prosa y aquellas entricadas razones suyas le parecían de perlas...”
—¡Estaban hechas de perlas!
—Noooo, quiere decir que le gustaban mucho.
—¡Ja, ja, de perlas, como un collar!
—¡Vale ya! ¿Quieres que siga, o no?
—No.
—Pues venga, a la cama, que ya es muy tarde. Mañana seguimos.
—¡Jo! ¡Ha sido muy poco! ¡Otro libro!
—No hay más libro. ¡A dormir ya! Apaga la luz.
—¡Ahora leemos éste!
—¡Apaga la luz y a dormir! Buenas noches.
...
—A este paso, el niño se casa y no hemos terminado. ¿Quién nos mandaría meterlo en el colegio Miguel de Cervantes? Si lo sé, lo llevo al J.K. Rowling.
—O al Elvira Lindo.

viernes, 6 de marzo de 2015

Fe de erratas

La publicación de un libro en una plataforma de impresión bajo demanda como Amazon ofrece muchas ventajas para el autor. Una de ellas es la posibilidad de corregir erratas sobre la marcha, aunque el libro ya esté publicado y disponible en la plataforma. Para el lector que ya haya comprado el libro no servirá de mucho, pero quienes lo compren en el futuro recibirán la versión corregida sin el engorro (para el autor) de retirar el libro de la plataforma y crear una nueva edición.

Así he corregido yo los siguientes errores o erratas de Infiltrado reticular:
  1. Páginas 13 y 14: Donde decía paralelogramo ahora dice paralelepípedo. De esta burrada me di cuenta enseguida, sólo unos pocos ejemplares se han vendido con el error. ¿Cómo pude confundir un paralelogramo, de dos dimensiones, con un paralelepípedo, de tres?
  2. Página 211: Donde decía ocuparan ahora dice ocuparán. Agradezco a Alfonso Roldán la detección de esta errata, aunque lo aprovechara para ponerme en evidencia en la presentación del libro...
  3. Página 232: Donde decía Noche de paz ahora dice Minuit, chrétiens. La culpa de este error es de la wikipedia en español, o más bien mío, por haber confiado de ella y no verificar el dato en otras versiones más fiables, como la inglesa y la francesa.
Si encuentras algún error más, amable lector, házmelo saber y lo corregiré a la mayor brevedad posible. Gracias.

lunes, 16 de febrero de 2015

Presentación de "Infiltrado reticular" en Madrid, y ganador del sorteo

¡Por fin ha llegado! El próximo martes, 3 de marzo, a las 7 de la tarde, con la ayuda del periodista Alfonso Roldán presentaré mi nueva novela, Infiltrado reticular, en el Taller de fontanería del Centro Abogados de Atocha de Madrid (c/ Sebastián Herrera, 14).

Después de la presentación firmaré libros y tomaremos algo. Y haremos entrega de un ejemplar de la novela al ganador del sorteo celebrado en Twitter: @miguel_a_galan. Además, se otorgará un premio especial al asistente que lleve (puesto) el mejor disfraz de extraterrestre. ¡Y habrá más sorpresas!


viernes, 30 de enero de 2015

Sorteo de un ejemplar de Infiltrado reticular

Con motivo de la próxima presentación de Infiltrado reticular en Madrid, que será anunciada a su debido tiempo, vamos a sortear un ejemplar de la novela en Twitter.

Para participar, hay que cumplir los siguientes requisitos:

  1. Seguir en Twitter a los perfiles @altatoron y @ElBoreliano:

  2. Tuitear o retuitear un anuncio del concurso con el hashtag #SorteoInfiltradoReticular, un enlace a esta página (http://lawebdegermanfernandez.blogspot.com.es/2015/01/SorteoInfiltradoReticular.html), y citando (no en primer lugar) alguno de los dos perfiles, @altatoron o @ElBoreliano:

El plazo de participación acaba el domingo 15 de febrero a las 23:59, hora peninsular española. El premio se sorteará aleatoriamente entre todos los participantes que continúen siendo seguidores de los dos perfiles de Twitter. Quedarán excluidos los perfiles privados.

El ganador dispondrá de 48 horas desde el anuncio del resultado del sorteo para reclamar el premio; en caso de no reclamarlo se volverá a sortear.

El premio se entregará personalmente en la presentación de Infiltrado reticular en Madrid; la fecha y el lugar se anunciarán con suficiente antelación. En el caso de que el ganador no pueda asistir a presentación, se le enviará el premio a la dirección postal que facilite.

miércoles, 14 de enero de 2015

El primer capítulo de mi nueva novela, "Infiltrado reticular"



Así empieza mi nueva novela, Infiltrado reticular:


Capítulo primero


Los borelianos


El hombre... No, el hombre, no. Es la costumbre de escribir sobre seres humanos... ¿Qué hacer cuando el sujeto no es terrícola? Podríamos usar extraterrestre, pero este término sugiere una relación con la Tierra que en este caso no existe (todavía). Alienígena parece lo más propio, pero no es palabra que se pueda usar profusamente en un texto sin provocar efectos secundarios indeseables en el lector. Sin embargo, ¡tenemos tantos sinónimos para hombre! ¿Podemos emplearlos aquí? Hombre y ser humano, desde luego que no. Individuo y sujeto pueden resultar despectivos. Ser, demasiado filosófico. Mortal, más propio de un texto religioso o mitológico. ¿Persona? Quizá: Nuestro protagonista no pertenece a la especie humana, como ya hemos dicho, ni es hombre ni mujer, pero sí “sujeto de derecho”, como veremos enseguida; si es o no “supuesto inteligente”, el lector decidirá. Y, como mínimo, es un “personaje que toma parte en la acción de una obra literaria”, si el lector tiene la gentileza de considerar como tal lo que está leyendo.

En fin... Nuestro protagonista, catedrático de Lenguas Muertas en la Universidad Central de Borelia, se encontraba aquel día en su despacho, corrigiendo exámenes, ignorante de la jugarreta que el destino le deparaba, y que lo iba a llevar a... Pero no adelantemos acontecimientos. El catedrático, a quien llamaremos boreliano, puesto que, si no nativo de Borelia, residía desde hacía años en esa ciudad y planeta, capital del Gran Cúmulo Globular de Hércules, el catedrático, pues, o boreliano desde ahora, arrojó hacia el montón más alto de los tres que tenía ante sí el enésimo examen en el que el obcecado alumno había confundido el aoristo con el semelfactivo. Aburrido, alzó la cabeza y se volvió hacia la ventana. Dejó vagar la vista más allá del campus, sobre las torres administrativas que lo cercaban, hasta las primeras estrellas que despuntaban en el crepúsculo. Como respondiendo a un anhelo no formulado, ese fue el momento que eligió el destino para presentarse, en forma de un cartero que llamaba a la puerta.

—¡Adelante!

—Buenas tardes —dijo el cartero al tiempo que le tendía un sobre adornado con las florituras de la correspondencia gubernamental—. Un mensaje urgente del Sublime Diván.

El catedrático abrió el sobre y leyó:

La Comisión Permanente del Sublime Diván del Gran Cúmulo Globular de Hércules, en su reunión del día de la fecha, en uso de las facultades delegadas por el Pleno, ha acordado nombrar Intendente General de Traducciones, de conformidad con lo dispuesto en los artículos 14375.557 y 14377 del Reglamento 1/4739746, sobre las Actividades Subsiguientes a la Detección de Inteligencia Alienígena, a don [...][1].

Contra el presente acuerdo cabe interponer recurso contencioso-administrativo ante la Sala Octingentésima Quincuagésima Tercera del Tribunal Supremo en el plazo de dos horas galácticas, contadas desde el minuto siguiente al de su publicación en el «Boletín Oficial del Imperio».

No obstante, dado el carácter secreto de esta resolución, la susodicha publicación y subsiguiente posibilidad de recurso quedan en suspenso.

Otrosí, el citado Intendente General de Traducciones guardará la debida reserva sobre su nombramiento y se presentará sin demora ante esta Comisión.

Borelia, 420 de centiembre de 845737347.- El Duunviro Máximo del Sublime Diván del Gran Cúmulo Globular de Hércules, [...][2].





[1] La transcripción del nombre del susodicho, o más bien del no susodicho, resulta imposible dadas las limitaciones de nuestro alfabeto. Se podría describir (mal) como un balido en pizzicato con fondo de bombardeo (N. para T. [Nota para terrícolas]).


[2] Véase nota anterior (N. para T.).

Si te ha intrigado, puedes leer la continuación en mi otro blog, El neutrino.