Esto escribió Plutarco sobre Licurgo, legislador espartano del siglo VIII a.C.:
"Una segunda y mucho más arriesgada iniciativa de Licurgo fue una nueva distribución de tierras. Porque encontró una enorme desigualdad en el país, con una multitud de pobres que no tenían tierras, mientras la riqueza estaba concentrada en unos cuantos. Determinado, pues, a extirpar los males de la insolencia, la envidia, la avaricia y el lujo, y los otros desórdenes, todavía más perniciosos al estado, que se llaman pobreza y riqueza, persuadió a sus conciudadanos de la necesidad de cancelar los anteriores repartimientos de tierras para hacer otros nuevos, de manera que todos pudiesen ser iguales en sus posesiones y manera de vivir..."
Han pasado 28 siglos, y seguimos en las mismas. En fin.
miércoles, 23 de junio de 2010
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