Después de casi tres años divulgando la ciencia en el blog El neutrino, en los últimos días me he quedado tan sorprendido como debieron de sentirse en 1962 los físicos Leon Lederman, Melvin Schwartz y Jack Steinberger, cuando descubrieron el neutrino muónico, diferente del ya conocido neutrino electrónico, y demostraron así la existencia de varios tipos de esas partículas. Lo mismo me ha pasado a mí. De pronto, después de tres años de soledad, he descubierto que existen al menos dos neutrinos diferentes en internet. Aunque, pensándolo mejor, creo que mi sorpresa ha sido mayor que la de los científicos citados, ya que, en su caso, algunas predicciones teóricas de aquel entonces ya sugerían esa posibilidad. En mi caso, no. Nada hacía presagiar lo que ha ocurrido en fechas recientes: la aparición de una nueva web de divulgación científica llamada elneutrino punto nosequé.
Siempre es bienvenido un nuevo espacio dedicado a la divulgación de calidad, pero me sorprende la coincidencia en el nombre. Me sorprende y me halaga. Me sorprende porque, sobre todo en este pequeño mundillo de la divulgación científica en español, no debe de ser fácil pasar por alto un sitio que lleva funcionando con regularidad casi tres años, y que mantiene contactos con otros espacios de divulgación a través de los diversos carnavales, de física, de química, de matemáticas..., que se organizan regularmente. (¿O sí lo es? Porque parece que no es la primera vez que ocurre...) Por otro lado, me halaga, porque si alguien más ha decidido bautizar su web de divulgación con el nombre de El neutrino, es que no soy el único que piensa que es un buen nombre; lamento por ellos que entre la infinidad de nombres disponibles, el bueno ya estuviera cogido...
No sé quién está detrás de este nuevo neutrino de internet (yo al menos no he podido encontrarlo en su web), pero lo que sí sé es que no soy yo. Bastante tengo con el blog, con mis colaboraciones con Ciencia para escuchar y el periódico Madrid Sindical, y con la redacción de mi segunda novela. Eso sin contar con mi familia y con un trabajo a tiempo completo. No quiero decir con esto que el nuevo neutrino sea mejor ni peor que el mío. En eso no me meto. Soy plenamente consciente de que pueden existir por ahí divulgadores tan buenos o hasta mejores que yo. Solamente pretendo, como diría Guillermo Brown, hacer constar un hecho: Que el blog El neutrino no tiene ninguna relación con esa nueva web. Para que nadie se lleve a engaño.